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Soft Skills II – Networking (parte I): la clave está en dar, no en pedir

Reading Time: 3 minutesCuando pensamos en “hacer networking”, muchas veces nos viene a la mente la imagen de un evento repleto de personas con tarjetas en la mano, buscando una oportunidad, un contacto útil o un negocio que cerrar. Vemos el networking como un instrumento para sacar provecho personal. Y si el beneficio es inmediato, mejor. Sin embargo, pocas cosas requieren de tanta generosidad, tiempo y autenticidad como el verdadero networking.

¿Qué es realmente hacer networking?

Hacer networking no es “cazar oportunidades”. Es construir relaciones genuinas que se sostienen en el tiempo, basadas en la confianza, la empatía y la voluntad de aportar valor antes que recibirlo. Las personas con más y mejores vínculos sociales viven más, son más felices y gozan de mejor salud. Así lo afirman diversos estudios, incluido el de Robert Waldinger, director del Harvard Study of Adult Development: “Las relaciones dan la felicidad”.

Entonces, ¿por qué seguimos viendo el networking como una fórmula mágica para avanzar rápido? Quizás porque hemos olvidado que lo más valioso en cualquier relación es el largo plazo. Las buenas acciones no cotizan en bolsa, pero son, sin duda, las más rentables.

Entrenar la inteligencia relacional

No se trata de tener un “don natural” para caer bien. Las habilidades sociales se entrenan. Saber escuchar, comprender, interpretar gestos y actuar con empatía no es sólo intuición: es inteligencia relacional, y como tal, puede trabajarse.

Vivimos en un mundo donde predominan dos grandes fuerzas: el miedo y el amor. El miedo nos aísla, nos hace desconfiar y nos empuja a protegernos. El amor —o mejor dicho, la generosidad y la conexión— nos une, nos da sentido y nos impulsa a crecer en comunidad. La vida no mejora por tener un IQ de 150 ni por haber hecho tres másteres, sino por saber relacionarnos bien con los demás.

La generosidad como núcleo del networking

Una red de contactos sólida no se construye pidiendo, sino dando. Dar sin esperar nada a cambio. Ayudar, conectar, escuchar, apoyar. Las relaciones basadas exclusivamente en el interés son insostenibles. La otra persona lo percibe, y tarde o temprano, se rompe la conexión.

Sembrar relaciones genuinas es invertir en confianza. Y la confianza se cultiva cumpliendo tu palabra, siendo coherente y mostrando interés real por la otra persona. Además, cuando alguien te da la oportunidad de ayudarle, no lo veas como una carga: es una oportunidad para crear valor para ti, para esa persona y para el entorno que los rodea.

La importancia de escuchar (de verdad)

Escuchar es mucho más que oír. Se trata de estar presentes, de poner el foco total en el otro. Escuchar no solo las palabras, sino los silencios, los gestos, el lenguaje corporal. Escuchar como si fuera lo único que estuviera ocurriendo en ese momento. Y recordar. Porque cuando más adelante conectes esa necesidad que alguien te compartió con una solución, estarás demostrando un nivel de compromiso y atención que marca la diferencia.

Los prejuicios, por otro lado, son el peor enemigo del networking auténtico. Si prejuzgamos, dejamos de ver a las personas en su complejidad. Escuchar sin juzgar es el primer paso para generar vínculos genuinos.

Ego fuera: humildad para conectar

El ego interrumpe relaciones. Nos hace hablar más de la cuenta, presumir, competir. Pero el verdadero poder está en las relaciones, y las personas realmente grandes se mueven con humildad. Alardean menos, escuchan más. No necesitan demostrar nada: dejan que sus actos hablen por ellos.

Mostrar el talento no es lo mismo que exhibirlo. Compartir lo que sabes, lo que has vivido, puede ser inspirador y útil para otros. Pero no con la intención de brillar tú, sino de iluminar al otro.

Continuará en parte II

¿Todavía merece la pena aprender inglés?

Reading Time: 4 minutesEl aprendizaje de idiomas y su utilidad futura quizás sea uno de los debates que más controversia generan tras la irrupción de la Inteligencia Artificial. Muchos opinan que la inteligencia artificial solucionará radicalmente este problema y permitirá la comunicación a tiempo real entre dos hablantes de cualquier idioma, mediante una traducción simultánea. Otros, sin embargo, piensan que la habilidad de hablar varios idiomas será insustituible, y seguirá marcando un diferencial en nuestra carrera profesional.

En esta edición de nuestra newsletter, traemos algunas opiniones relevantes de aquellos que apoyan la idea de que el aprendizaje de idiomas y el multilingüismo será siendo tan válido como hasta ahora:

Enrique Dans – ¿Realmente alguien piensa que aprender idiomas va a dejar de ser necesario?

Las principales ideas del autor en este artículo son:

  • A pesar de los avances en las herramientas de traducción de IA, el aprendizaje de idiomas sigue siendo valioso para la comprensión cultural y el desarrollo cognitivo.
  • La IA generativa facilita la comunicación entre idiomas, pero no debe sustituir a la enseñanza de idiomas.
  • El aprendizaje de idiomas favorece el desarrollo del cerebro y retrasa el deterioro cognitivo.
  • El multilingüismo ofrece una conexión más profunda con diferentes culturas que la comunicación mediada por la IA no puede igualar.
  • La disminución de los estudios de lenguas extranjeras en todo el mundo podría limitar el potencial humano, y la tecnología debería ampliar los horizontes, no reducirlos.

Bristish Council

Por otro lado, el British Council en España defiende igualmente que la IA permitirá un uso transaccional del idioma, pero la identidad y la cultura que supone un idioma es irremplazable.

  • La IA no se considera un sustituto de la enseñanza de idiomas, que sigue siendo esencial para las experiencias humanas y la expresión cultural.
  • Los expertos subrayan que el aprendizaje de idiomas va más allá de la comunicación transaccional y conecta la lengua con la identidad y la cultura.
  • Los profesores siguen siendo vitales en la era de la IA al fomentar el aprendizaje complejo y la interacción.
Finalmente, le hemos pregunta al “interesado”:

Hola, ChatGPT: ¿crees que gracias a la inteligencia artificial ya no será necesario aprender idiomas?

Y así se ha pronunciado:

El auge de la inteligencia artificial (IA), en particular en el procesamiento del lenguaje natural (PLN) y la traducción automática, plantea una pregunta interesante sobre el futuro del aprendizaje de idiomas. Herramientas como Google Translate, DeepL y los agentes conversacionales se han vuelto increíblemente eficaces, haciendo que la comunicación entre lenguas sea más accesible. Sin embargo, no creo que la IA elimine por completo la necesidad o el deseo de aprender idiomas, por varias razones:

1. Comprensión cultural y matices

Los idiomas no solo transmiten palabras; reflejan la cultura, los valores y la visión del mundo de una sociedad. La IA puede traducir frases con precisión, pero a menudo no capta los matices sutiles, los modismos, el humor y el contexto cultural que un hablante fluido puede entender. Aprender un idioma va más allá de comprender palabras: se trata de apreciar cómo piensan y se expresan las personas.

2. Conexión humana y empatía

La comunicación está profundamente vinculada a la conexión humana. Hablar en el idioma nativo de alguien genera una conexión emocional más profunda y fomenta la confianza. La IA puede traducir las palabras, pero no puede reemplazar por completo el toque personal que proviene de compartir un idioma común, lo cual es importante tanto en contextos personales como profesionales.

3. Beneficios cognitivos

Se sabe que el aprendizaje de idiomas mejora las capacidades cognitivas, refuerza la memoria e incluso retrasa el inicio de la demencia. El proceso de aprender un idioma involucra al cerebro de maneras únicas que brindan beneficios de por vida. Aunque las herramientas de IA pueden ayudar con la traducción, no proporcionan el mismo estímulo mental que aprender un idioma.

4. Relevancia y experiencia en el ámbito laboral

En ciertos sectores, como la diplomacia, los negocios internacionales, el derecho y la educación, la fluidez en varios idiomas sigue siendo esencial. Aunque las herramientas de IA pueden ser útiles, los profesionales en estos campos aún necesitan dominar los idiomas para manejar negociaciones complejas, interpretar matices legales o construir relaciones comerciales duraderas.

5. Limitaciones de la IA en la traducción

Aunque la IA ha hecho avances increíbles, las herramientas de traducción aún están lejos de ser perfectas. Pueden tener dificultades con idiomas menos comunes, dialectos regionales o jerga especializada. Por ejemplo, en contextos legales o médicos, incluso pequeños errores de traducción pueden tener consecuencias graves. La experiencia humana en los idiomas sigue siendo vital para garantizar la precisión.

6. Aprender por pasión y disfrute

Muchas personas aprenden idiomas no por necesidad, sino por el placer que les brinda. El aprendizaje de un idioma abre las puertas a la literatura, el cine y otras formas de arte en su idioma original. También enriquece la experiencia de viajar. La IA puede brindar ayuda, pero no reemplaza la satisfacción personal de aprender a hablar un idioma con fluidez.

Conclusión:

La IA cambiará sin duda la manera en que nos comunicamos y reducirá la barrera idiomática en muchos escenarios prácticos. Sin embargo, es poco probable que haga que el aprendizaje de idiomas sea obsoleto. Los beneficios culturales, cognitivos, profesionales y personales de aprender idiomas seguirán siendo relevantes en un mundo donde la IA nos ayuda a comunicarnos de manera más rápida y eficiente entre lenguas.

Pues parece ser que, al menos por ahora, debemos seguir practicando aquello de “My tailor is rich”

La mentalidad de crecimiento

Reading Time: 3 minutes¿El profesional de éxito nace o se hace? Hoy reflexionamos sobre cómo nuestro enfoque psicológico nos puede llevar a una u otra conclusión previa y sobre cómo ello marca buena parte de nuestro desarrollo profesional.

Uno de los libros más influyentes en el ámbito de la psicología, que ha revolucionado nuestra percepción sobre el aprendizaje y el desarrollo personal, es «Mindset: La actitud del éxito» de Carol Dweck, una reconocida psicóloga estadounidense. En esta obra, Dweck desafía la arraigada creencia de que nuestras habilidades están predeterminadas al nacer y que no es posible dominar aquellas áreas en las que no tenemos talento innato.

La autora introduce el concepto de mentalidad como un factor clave que influye en nuestras acciones y en la forma en que enfrentamos los desafíos de la vida. Dweck distingue entre dos tipos principales: la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento. Aunque nadie posee exclusivamente una u otra, nuestras actitudes y decisiones a menudo están profundamente influenciadas por una mezcla de ambas. Estos dos enfoques de la mentalidad tienen un impacto crucial en áreas como:

  • La definición de nuestros objetivos
  • La forma en que concebimos el éxito
  • Nuestra actitud ante el fracaso
  • La interpretación que damos al esfuerzo

¿Qué es la mentalidad?

La mentalidad es, en esencia, una creencia. Y como cualquier creencia, es susceptible de cambiarse. Nuestras creencias no solo determinan quién creemos ser, sino también lo que pensamos que podemos llegar a ser. En muchos casos, estas creencias actúan como barreras limitantes, como expresa la famosa frase: «Lo hice porque no sabía que era imposible». La mentalidad de crecimiento nos impulsa a buscar nuestra mejor versión, mientras que la mentalidad fija nos hace vernos como un producto terminado, incapaz de evolucionar.

A continuación, exploraremos las diferencias entre la mentalidad fija y la de crecimiento en diversos aspectos fundamentales:

Capacidades

  • Mentalidad fija: Se cree que la inteligencia y el talento son características inmutables. Según esta perspectiva, cada persona tiene un límite natural desde el inicio.
  • Mentalidad de crecimiento: La inteligencia y el talento son cualidades que pueden desarrollarse a través del esfuerzo y la dedicación.

Motivación

  • Mentalidad fija: Las personas se preocupan principalmente por parecer inteligentes, lo que las lleva a buscar una validación continua de su capacidad.
  • Mentalidad de crecimiento: Existe una pasión genuina por aprender y por mejorar, más allá de la necesidad de autoafirmación.

Retos

  • Mentalidad fija: Los retos se evitan por miedo a fracasar, ya que fallar podría comprometer la imagen de ser inteligente. Prefieren moverse en territorios conocidos.
  • Mentalidad de crecimiento: Los retos se ven como oportunidades de crecimiento y como una forma de poner a prueba las propias habilidades. Estas personas disfrutan al salir de su zona de confort.

Obstáculos

  • Mentalidad fija: Suelen rendirse con facilidad cuando encuentran dificultades, bajo la premisa de que «no están hechos para eso».
  • Mentalidad de crecimiento: Se caracterizan por la persistencia y la resiliencia, superando obstáculos a través de la determinación.

Esfuerzo

  • Mentalidad fija: Consideran que el esfuerzo es innecesario, ya que creen que el talento natural debería ser suficiente. En su lugar, invierten su energía en demostrar sus habilidades.
  • Mentalidad de crecimiento: El esfuerzo es visto como una parte esencial del camino hacia el éxito. Su energía se dirige hacia la mejora continua.

Crítica

  • Mentalidad fija: Adoptan una actitud defensiva frente a las críticas. Ignoran los comentarios constructivos porque piensan que no pueden cambiar sus talentos innatos.
  • Mentalidad de crecimiento: Aprecian las críticas constructivas y las utilizan como herramientas para mejorar.

Éxito ajeno

  • Mentalidad fija: Ven el éxito de los demás como una amenaza y suelen rodearse de personas menos competentes.
  • Mentalidad de crecimiento: Se inspiran en los logros ajenos y los usan como fuente de aprendizaje. Prefieren rodearse de personas que los desafíen a superarse.

Fracaso

  • Mentalidad fija: Ven el fracaso como un reflejo de su valor personal. Un revés, como no conseguir un empleo, se interpreta como un fallo irreparable que daña su autoestima. Tienden a evitar exponerse a nuevas pruebas por miedo a confirmar su supuesta mediocridad.
  • Mentalidad de crecimiento: Ven el fracaso como un resultado temporal de sus acciones, sin que esto afecte su valor como personas. Para ellos, ningún error es irreversible ni catastrófico, solo requiere más esfuerzo o una mejor preparación. Enfocan su atención en lo que hacen, no en lo que son.
Por lo tanto, nuestro tipo de mentalidad condiciona la actitud con la que enfrentamos nuestra evolución como profesionales y en muchos casos, las creencias previas son la principal barrera para el desarrollo de nuestras habilidades, capacidades y conocimiento. Esto no significa que podamos alcanzar la excelencia en cualquier materia, pero sí implica que con esfuerzo y paciencia es posible un dominio suficiente en cualquier ámbito.